La mayoría de los problemas del hombro son por una de estas 4 causas:
1) Inflamación (o ruptura) de los tendones (Tendinitis, Bursitis).
2) Desgaste del cartílago articular (Artritis)
3) Inestabilidad (Luxación del Hombro)
4) Fracturas
Otras causas poco comunes son infecciones, tumores o lesiones de nervios.

2) El desgaste articular, o Artritis, sucede por el desgaste de la capa de cartílago que normalmente evita que los huesos rocen unos con otros. El cartílago tiende a desgastarse por la edad y el uso (o abuso). Se manifiesta también por dolor y limitación de la movilidad. En las radiografías se puede apreciar el desgaste de la articulación.
Este tema se trató en el Boletín # 9(Osteoartritis o Desgaste Articular)
3) La inestabilidad del hombro o Luxación se manifiesta, por la “salida del hombro de su lugar”. Esto es más común en jóvenes deportistas. Una vez que sucede la primera luxación es común que esto se repita, ya que los músculos y ligamentos quedan débiles. Este tema lo veremos en mayor detalle en un Boletín próximo.
4) Las Fracturas son generalmente producidas por golpes o caidas sobre el hombro. Alrededor del hombro las más comunes son la Fractura de Clavícula (común en niños y jóvenes) y la Fractura de la parte proximal del Húmero, la cual es común en personas mayores, con Osteoporosis.
Para poder identificar la causa específica del dolor, se requiere de una evaluación médica. El doctor realiza una serie de preguntas y examina el hombro para determinar el sitio del dolor, la limitación de la movilidad, etc. Con frecuencia se requieren estudios como Radiografías, Ultrasonido o incluso Resonancia Magnética para precisar el origen del dolor y la severidad del problema y así establecer un plan de manejo. Generalmente evitar las actividades que producen dolor, la aplicación de hielo y calor, usar antiinflamatorios, analgésicos y Fisioterapia son suficientes para controlar el problema. En algunos casos se requiere de la aplicación de medicamentos directamente en el hombro (cortisona y anestésicos) o incluso Cirugía (generalmente de invasión mínima o Artroscopía) para resolver en forma definitiva el dolor y la limitación funcional. A través de la cirugía se pueden reparar los tendones lesionados, retirar el tejido inflmado y quitar los fragmentos de hueso que “pellizcan” a los tendones vecinos.
Escrito por Dr. Aurelio Martinez