
En la mayoría de los casos (más del 90%) el Pie Plano es flexible, tiene buena movilidad y no produce dolor o molestias, ni tampoco limita la capacidad de hacer deportes, por lo que no requiere de manejo alguno.
La gran mayoría de los niños con Pie Plano pueden realizar actividades físicas y deportivas sin limitación alguna, y sin ninguna consecuencia negativa.
En algunos niños, sobretodo aquellos con sobrepeso, o aquellos en los que el Tendón de Aquiles es poco elástico o corto, se puede presentar “dolor o cansancio” al realizar actividades físicas o deportivas. Estos niños se pueden beneficiar de: Ejercicios de estiramiento, Control de peso y el Uso de zapatos cómodos, como los tenis que proveen buen soporte y son suaves en la suela.
Aunque por muchos años se han utilizado los llamados “Zapatos Ortopédicos”, plantillas, cuñas, insertos rígidos de plástico o de metal. No existe evidencia científica que demuestre que estos ayudan a formar el arco, e incluso en muchos casos en lugar de ayudar a los niños los incomodan más, ya que generalmente los zapatos son rígidos, pesados, poco estéticos y costosos.
Por el contrario, los zapatos deben de ser suaves, cómodos, con una suela flexible que permita la movildad de los músculos, ligamentos y tendones del pie. En los niños con mucha elasticidad es necesario que el zapato esté reforzado en el área del talón (barretón), para evitar que el zapato se deforme.
En raros casos (1-2%) el Pie Plano es rígido y doloroso, tiene limitada su movilidad y produce incapacidad física. Estos casos pueden ser producidos por enfermedades o problemas poco comunes y requieren de atención médica por un Especialista en Ortopedia Pediátrica. Algunos de estos raros casos pueden incluso requerir cirugía.
Escrito por Dr. Aurelio Martinez